Enzo Carballo y su Batería Poderosa. |
Álvaro Riva Rey
16/01/2018, Florida (El Heraldo) - En 2013 Enzo
Caraballo llegaba al carnaval de niños de Florida, liderando “Complejo do
Samba”, un grupo de jóvenes y adolescentes que tenía la idea de formar una
escuela de samba al estilo de las brasileñas, con todos los chiches.
La mayoría
menores de edad, venían cargados de entusiasmo y sueños al punto que –me emociona
recordarlo- visitaban cada día la dirección de Cultura para mostrarnos cómo
avanzaban, con las prendas en la mano, para que viéramos qué linda iba quedando
la indumentaria.
Enzo tiene una
energía vital imponente. Un fanático de lo que hace. Orgulloso. Pone horas,
fuerza, impone órdenes, organiza a los cabocos (así llama la mezcla de blanco
con indio en Brasil; éstos no son lubolos), cuenta y canta el samba-enredo,
habla de las alas, las bahianas… Impone e implemente la cultura del carnaval
brasileño con detalle y en cada acto.
COMPLEJO DO SAMBA
Así es como
Complejo do Samba se ha ganado un lugar en el carnaval y en la sociedad de Florida:
no tardará Enzo en ser un referente nacional, porque se ha tomado el asunto en
serio. No es un artista de carnaval para salir en carnaval, lleva a la cultura
del carnaval en la sangre.
Enzo nunca ha
pedido por lo que cree merecer. Cada año promete más; y cumple. Lo que ha
recibido ni siquiera lo ha reclamado, se lo ha ido ganando y, muy
probablemente, a estas alturas merezca más.
Este año pidió
cerrar el desfile. Un compromiso mayor, teniendo en cuenta lo que implica. Y lo
cerrará, porque cuando promete y se propone algo, cumple.
COMPLEJO EN MONTEVIDEO
Enzo Caraballo ha
hecho un acuerdo con una escuela de samba de Montevideo. Una de las grandes.
Las escuelas se reforzarán mutuamente: Complejo do Samba recibirá apoyo de
bailarines de la capital y bailarines de acá viajarán a complementar.
No es un
intercambio comercial. Es un intercambio cultural; ya ha tenido coreógrafos de
Montevideo trabajando en Florida. Aprenden juntos, mejoran juntos y conviven,
que es lo que les hace falta para sociabilizar, para salir del ambiente chico,
para aprender y desafiarse a sí mismo.
Enzo Caraballo
tendrá oportunidad de conocer los pormenores del carnaval y el concurso de
escuelas de samba de Montevideo y esto le ayudará a crecer un poco más, que es
lo que él quiere: crecer.
Ya desfilaron en
Durazno, por recomendación de la dirección de Cultura, y lo hicieron con éxito,
además de cobrar por su presentación y viajes.
BUSCANDO SUPERACIÓN
Enzo Caraballo no
pide protección al gobierno, ni quiere que los recursos de Florida sean para
los floridenses, ni pretende que el público se prive de un buen espectáculo en
defensa de sus intereses. Al contrario, lo fomenta.
Tampoco cree que
el carnaval de Florida no deba llamarse “de Florida” por invitar a conjuntos de
Montevideo. Por el contrario, eso es un desafío para él, porque se siente “toro
en su rodeo…”.
Él quiere darles
el espectáculo a los floridenses, ser el mejor, cerrar el desfile, ganarse el
aplauso, el mérito y el caché. Porque como desde 2013, Enzo nunca pidió que la
intendencia le diera “para vestirse”, sino que le pagara por el espectáculo. Y
lo ofreció gratis mientras fueron menores de edad y lo cobra ahora, cuando
trabaja por la profesionalización de su Complejo do Samba.
ESOS LIDERAZGOS
Florida necesita
más de estos liderazgos. Como el de Enzo Caraballo, que apunta para arriba y
busca ganar las alturas, no la vergonzante defensa de la derrota en el llano,
como buscan otros, perdedores. Los adalides del asistencialismo cultural.
Enzo Caraballo es
un ejemplo. Busca crecer, mejorar, meterse en el tema, vincularse con los
grandes, contribuir al desarrollo de las escuelas de samba y el carnaval
carioca.
Contra esa
“frustrada máquina de frustrar”, que busca la prebenda y una dadivosa cuota del
presupuesto, Enzo Caraballo representa lo que nos gustaría que fuera más
frecuente ver en el escenario de la cultura popular floridense.
Que nunca se
calle esa “batería poderosa”, que seguramente será emblemática del carnaval de
Florida, aunque haya quienes hagan votos por el mutismo o la afonía.
alvarorivarey@gmail.com
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