Álvaro Riva Rey*
06/01/2016 - En plena
campaña electoral para las municipales Gerardo Barrios, director de la UNASEV,
llegó a Florida para sumarse a la campaña del Frente Amplio y, en particular,
de la Dra. Adriana Brescia.
Planteó allí un debate
que quedó a mitad de camino; su pretensión punitiva en aplicación de una ley
que desconoce la realidad territorial local, terminó en nada.
La ciudad de Florida
tiene un transporte colectivo débil -prevalecen lo privado y los servicios de taxímetro-
y las motocicletas son, por abrumadora mayoría, el transporte de las familias.
Allí planteamos, junto
con el intendente Carlos Enciso, la necesidad de analizar la movilidad urbana como
un asunto social y como una cuestión de derechos.
Si la movilidad urbana
-que es más que el transporte- es una forma de movilidad social, pues permite
acceder a los derechos de salud, educación y trabajo entre otros, entonces está
en la base de la pirámide de derechos.
MOVILIDAD Y DERECHO
“…la movilidad es una
condición clave del acceso al mercado laboral, a tener una vivienda, a recibir
educación, a la cultura y al ocio, a la familia. El derecho a trabajar, a tener
una vivienda, a recibir capacitación, ahora implican el derecho a la movilidad
(…) en cierto sentido este derecho a la movilidad es una precondición de los
otros derechos”, planteaba Francis Acher en 2005, en el ensayo “Ciudades con
velocidad y movilidad múltiples: un desafío para los arquitectos, urbanistas y
políticos” publicado por la Revista ARQ.
Florida no se ha
planteado este tema como un asunto social, ni de urbanismo, ni tampoco como un
problema abarcador del transporte, aunque debería abordarse en forma
“transversal”, concepto de moda en la administración pública, es decir, con
múltiples enfoques o multidisciplinario.
LA CUSTIÓN SOCIAL
La cuestión social es
clara. Cientos de madres recorren la ciudad en motocicletas, cada día,
trasladando a sus hijos a las escuelas, gimnasia, cursos privados, música… Así
llegan al sanatorio, al hospital, a la cancha de fútbol o al gimnasio.
No hay otra forma. En
Florida se ha favorecido este modelo de transporte privado, en detrimento del
transporte colectivo, es decir, los servicios de ómnibus.
En el próximo lustro la
intendencia debería abordar este tema, pensar en reforzar los servicios de
transporte colectivo. Más servicios cubriendo líneas fijas -sean ómnibus o
micros-, que atiendan los horarios pico, como es la entrada o la salida de las
escuelas (para citar un ejemplo).
RETIRAR MOTICICLETAS
La ciudad ha crecido y se
extiende y los trayectos se hacen más largos. La gente procura caminar lo menos
posible y cubrir esos tramos de modo rápido, para poder estar en varios lugares
a la misma vez.
Esto ha llevado a un
crecimiento exponencial de las lomadas, de lo que se abusa, y las esquinas con
semáforos, que nunca parecen suficientes.
Para reducir o frenar el
crecimiento de la proliferación de motocicletas habrá que disponer un servicio
de trasporte colectivo accesible, con tratamientos preferenciales para niños y
pasivos, como ya ocurre en otros lados.
UN PUEBLO AL MARGEN
En la gira que el
intendente llevó a cabo por las localidades del interior recibió planteos
relacionados con el trasporte y la movilidad social. Uno de ellos fue en La
Cruz, pueblo que quedó marginado a raíz de la distancia que lo separa de la
ruta 5.
Allí Enciso consideró la
posibilidad de un transporte colectivo departamental de tipo social, lo que
generó una instancia de negociación con las empresas que prestan servicios y
que, a su vez, reclaman mejor estado de los caminos y las carreteras.
Movilidad urbana
involucra los caminos (Obras y Vialidad), la evaluación de las poblaciones
afectadas o carentes de transporte (Desarrollo Social), señalización de calles
y caminos, legislación sobre los servicios públicos (Tránsito) y legislación
sobre uso de los espacios públicos (Urbanismo)...
La movilidad es un tema
de bienestar social y contribuye a mejorar otros indicadores de desarrollo
humano, por lo que merece este debate.
(Publicado en El Heraldo
el 06/01/2016)
*Periodista, Director de Cultura.
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