Álvaro Riva Rey*
Hace un par de semanas fuimos convocados por un productor
que organiza una gira de Ruben Rada en 2017. La reunión se realizó en un bar de
Montevideo y allí quedó claro que son pocos los teatros como el teatro 25 de
Agosto.
Unas semanas antes, también preparando la agenda del teatro
25 de Agosto, hablamos con el presidente del Sodre, evaluando la posibilidad de
presentar un espectáculo de zarzuela.
Al mismo tiempo negociábamos con el director de la Comedia
Nacional la presentación de “El Misántropo” o “El atrabiliario (1)
enamorado”, de Milière.
EL TEATRO EN LA
AGENDA
El teatro 25 de Agosto es atractivo permanente para artistas
y espectadores y, luego del éxito del programa Un Abril para Florida, trabajábamos
en un buen programa para agosto.
Ya tenemos fechas para teatro de primer nivel para niños, el
concierto presentación del nuevo disco de Vitrola Sur, un concierto de la
Orquesta Departamental de Colonia, otro de nuestra sinfónica juvenil, otro de
la Orquesta Juvenil del Sodre, un espectáculo de zarzuela y otro de teatro a
cargo de la Comedia Nacional.
¿Por qué? ¿Por qué planificar con tanta anticipación la
actividad de nuestro teatro?
EL PRINCIPAL
ESCENARIO
El teatro 25 de Agosto es nuestro principal escenario y por
eso, no sólo planificamos su actividad anual, también planificamos y
presupuestamos inversiones. Hemos iniciado las compras de las consolas de luces
y audio, que si bien ya compramos en la anterior administración, es necesario
renovar por razones de desgaste y tecnológicas.
Nadie puede decir que hizo algo por el teatro, si en cinco
años de gestión no hizo absolutamente nada. Y eso es lo que hizo la
administración Giachetto, que se salteó inversiones mínimas, las indispensables.
NADA DE NADA
Hemos dicho ya, varias veces, que desde el intendente
interventor Cnel. Donaldo Catalá hasta el intendente Carlos Enciso no hubo ni
una sola inversión en el teatro. Lo heredamos en 2010 tal como Catalá lo había
inaugurado.
Desde 2010 renovamos su fachada, compramos las consolas y
las luces de tecnología led, construimos la cabina de los técnicos,
introdujimos mejoras en el escenario (algunas de ellas para confort y seguridad
de los técnicos) e instalamos el acondicionamiento térmico. También debimos hacer
reparaciones en los techos y evacuación de pluviales.
También iniciamos la compra de las alfombras, pero esto
quedó trunco luego de la avanzada política de menoscabo.
Y HABLEMOS CLARO
Hablando claro: el Frente Amplio, que nunca jamás puso un
peso en el teatro y lo utilizó como patio de escuela, se ensañó allí, haciendo
alarde de su capacidad destructiva, pretendiendo ocultar la diferencia y para
hacer de eso su principal -y única- bandera de política cultural.
La administración Enciso ha sido la que se ha puesto el tema
al hombro y ha hecho todo lo posible por ponerlo al día.
Sin embargo, algo debe quedar claro también: la
administración Enciso no tiene como único objetivo cultural la actividad en el
teatro 25 de Agosto, también atiende un sistema sinfónico con una sede en
Sarandí Grande (que creó de la nada), un museo histórico (que encontró
clausurado y reabrió), un centro cultural (que equipó y puso en marcha), un
museo de artes visuales (que fundó incorporando acervos), una biblioteca (que
recuperó de debajo del polvo), una escuela de danzas (que está surgiendo), cursos
extracurriculares (que impulsa hacia el interior), una comisión de patrimonio
(que declaró las primeras protecciones locales) un carnaval (que no tenía
recursos y presupuestó)...
ENTRE BRONCA Y
CONVICCIÓN
¿Cómo no sentir entonces la rebeldía del atrabiliario de
Molière? ¿Cómo, desde la honestidad intelectual, no sentir irritación ante
tanta hipocresía? ¿Cómo sofrenar la bronca, sentimientos tan humanos y
universales, ante los artífices de la mala intención?
No nos dejaremos llevar, no obstante, porque de la labor
convencida, paciente y dedicada depende abrir caminos serios para la cultura, nuestra
razón de ser y una de las dimensiones de la dignidad humana.
(1) De genio destemplado y violento
*Periodista, director de Cultura.