Álvaro Riva Rey*
03/08/2016 - Esta
semana ocurrieron tres hechos relevantes: la orquesta sinfónica festejó 5 años
de vida, se presentó el Coro Nacional Infantil del Sodre, con fuerte base de niños
floridenses, se presentó la Semana de la Florida, que cada vez concita más
interés.
Ha costado pero
lentamente empieza a entenderse la idea que inicialmente planteamos, respecto
de que la cultura es una forma de desarrollo, que puede medirse en términos económicos
y que es, además, punto de apoyo indispensable para el desarrollo.
Lo que estamos
haciendo, lo que hemos hecho desde el primer día, es construir los elementos,
generar los presupuestos y crear los escenarios adecuados para la prosperidad
de las industrias creativas, esto es, “el sector económico compuesto por varios
subsectores culturales y creativos en que el producto o servicio tiene su
origen en la creatividad individual la habilidad y el talento, además de tener
potencial de riqueza y generación de empleos a través del fomento y la
explotación de la propiedad intelectual” (1).
¿QUÉ INDUSTRIAS?
Existen muchas
clasificaciones. El Conejo Británico, por ejemplo, creó 13 categorías:
artesanías, arquitectura, artes escénicas, artes y antigüedades, cine, diseño,
editorial, moda, música, publicidad, software (software para video juegos),
televisión y radio.
Las bellas artes,
las que en un origen fueron catalogadas como tales, eran música, danza,
escultura, pintura, poesía y arquitectura. De allí que al cine se le llamara,
desde su orígenes, “el séptimo arte”.
Si tomáramos esto
como base de trabajo tendríamos las artes plásticas, las escénicas, la
literatura y el cine (hoy parte de la industria audiovisual) como soporte. Hoy
las definiciones y las categorías quedan chicas, pues se reivindica como
cultural o creativa hasta la industria de los juguetes.
EMPECEMOS POR ALGO
En un escenario
en el que faltaban sentido y orientación, hacía falta empezar por algo y
consolidar los fenómenos culturales básicos (y el que no conoce lo básico no
puede crear lo nuevo). Así es que hoy tenemos un fenómeno musical avasallante,
con varias decenas de jóvenes aprendiendo música (a cantar y a tocar
instrumentos), un resurgimiento de la plástica, la fotografía y ahora la cerámica
(una de las formas de la escultura), un espacio remozado para los libros y la
literatura, una escuelas de artes escénicas en formación (que empezará por la
danza pero que también piensa en el teatro), y un teatro tecnológicamente
remozado.
Pero como no
alcanza con tener los escenarios (la infraestructura), también le estamos
poniendo empeño a los presupuestos.
QUE LE CORTEN LA MANO
Alguna vez
comenté que la cultura tendrá su lugar el día que la gente la reclame. No a
través de los lobbies de interesados, como muchas veces ocurre con los artistas
que creen que lo correcto es financiar su trabajo, sino la gente, quienes
participan y disfrutan de las diferentes formas del arte.
No es lo más
frecuente, está claro, ocurre generalmente en Carnaval, pero habrá un día en
que la gente llame a los programas de radio para reclamar su parte en la fiesta
de la cultura y, entonces, habremos logrado que la cultura sea un asunto
cotidiano, como lo es la recolección de la basura, los pozos o los focos
apagados.
Habrá presupuesto
para la cultura siempre que la gente lo reclame y siempre que aquel que tenga
intenciones de recortarlo sepa que corre el riesgo de que los contribuyentes (o
los votantes) le cortarle la mano.
NO SÓLO DE SÍMBOLOS
Es cierto que no
sólo de símbolos vive el hombre. Por eso es que, además de defender la cultura
como una cuestión de identidad, como una cuestión simbólica que nos garantiza
la existencia en un mundo globalizado, defendemos las industrias creativas.
Ellas surgirán en
un escenario propicio para la cultura, por eso es que, a cada paso, en la misma
medida que promovemos la formación de nuevos artistas, trabajamos también en la
creación de nuevos públicos.
(1) Milán, Agustín. Encuentro Internacional.
Festivales y Ferias Culturales como Industrias Creativas. Hacia una ecología
creativa. Montevideo 29 y 30 setiembre 2009. MEC.
*Periodista, director de cultura.